Evaluación de la Inteligencia

No existe una definición unitaria de lo que es la inteligencia. Lo que existe son diferentes concepciones sobre el funcionamiento intelectual y diferentes estrategias evaluativas, considerando a ésta como “la capacidad general de adaptación de un individuo”. Comenzamos con la propuesta realizada por Binet-Terman-Wechsler por ser uno de los de mayor evidencia empírica a pesar de sus limitaciones que también las tiene.

 

1.1 “Evaluación de la inteligencia desde el enfoque Binet-Terman-Wechsler

Según Wechsler lo que se mide con los tests de inteligencia es “la capacidad del sujeto de comprender el mundo que le rodea y los recursos que posee para enfrentarse con sus exigencias y desafíos”. Según la concepción anterior actuar de modo inteligente implica cierto grado de autodisciplina para; ser capaz de pensar antes de actuar, para ser crítico con el propio modo de actuar, para mantener la atención puesta en la meta a conseguir, para persistir en la tarea pese a las dificultades, etc. Características que pueden considerarse más rasgos de personalidad que como aptitudes.

La inteligencia es un compuesto de habilidades o capacidades que permiten la adaptación del sujeto a las exigencias del medio, y considera que las diferencias en inteligencia son diferencias en el grado de desarrollo de tales habilidades.

Este enfoque trabaja con tres conceptos: Edad Mental, C.I y C.I de desviación.

Edad mental: Las escalas iniciales construidas por Binet permitían evaluar el desarrollo intelectual de una forma empírica. Se clasificaba a cada sujeto comparando el número de elementos que había resuelto correctamente con el número promedio superado por los sujetos normales de distintas edades cronológicas que habían sido utilizados para estandarizar la prueba. A partir de esta comparación se asignaba al sujeto una puntuación, expresada en unidades de edad, correspondiente a la edad en que por término medio los sujetos normales resolvían el mismo número de problemas que aquel había superado, puntuación que reflejaba la edad mental del sujeto.

Este procedimiento presentaba dos problemas:

Primero, el concepto de edad mental en que se basa sólo es aplicable mientras la inteligencia se halla en periodo de desarrollo, pero no posteriormente. En segundo lugar, tanto el significado psicológico de las puntuaciones de edad mental obtenidas por sujetos de edades cronológicas diferentes (el tipo de procesos cuya eficiencia refleja) como su significado estadístico (el porcentaje de sujetos que quedan por debajo de los que han obtenido cocientes iguales pero tienen edades diferentes) no es el mismo. Por ello, en revisiones posteriores se introduce el concepto de Cociente de Inteligencia. Este cociente se calcula dividiendo la edad mental entre la edad cronológica y multiplicando el resultado por 100.

El uso del CI tiene un problema y es que es una medida de precocidad o retraso que no tiene sentido cuando la inteligencia deja de evolucionar. El motivo es que la inteligencia no se desarrolla a la misma velocidad durante todo el periodo de desarrollo sino que existen diferentes ritmos en distintos momentos que hacen que la variabilidad de los CI de edad sea diferente según la edad cronológica del sujeto. Estos inconvenientes son superados por las escalas de puntuaciones típicas. Utilizan como unidad constante de medida la desviación típica. Mediante una transformación de las puntuaciones típicas Wechsler introdujo el método del cociente de desviación. Estos cocientes constituyen una nueva escala con media de 100 y desviación típica de 15.

Hay que tener en cuenta en estos métodos que sólo reflejan el rendimiento intelectual de un sujeto relativo al de otros sujetos del mismo nivel de edad y que a la hora de interpretar un CI hay que tener en cuenta:

1.        El tipo de tareas de que se compone la prueba a partir de la cual ha sido obtenido

2.        La dificultad de los elementos

3.        El grupo o muestra que ha sido utilizado para baremar el test

4.        El tipo de CI utilizado de edad o de desviación

 

Pruebas

Existen 3 modalidades de la prueba:

1.      Adultos WAIS

2.      Niños WISC-R

3.      Preescolar WPPSI (edades entre 4 y 6)

 

“Escala de inteligencia para niños de Wechsler” (WISC-R)

Consta de 12 subtests, los 11 primeros semejantes a los que componen el WAIS de adultos más un subtest de laberintos, prueba con la que se intenta evaluar la capacidad de planificación de la acción a realizar y la coordinación psicomotora.

Normalmente sólo se pasan 10 subtests. Las otras se dejan como pruebas suplementarias y sólo se pasan en el caso de que hubiera problemas con las otras dos. Las pruebas suplementarias son dos: dígitos por la parte verbal y laberintos por la parte manipulativa. Fueron elegidas como pruebas suplementarias por su baja correlación con el total de la escala.

En el WISC siempre se compara al sujeto con los de su grupo de edad, tanto para obtener las puntuaciones típicas correspondientes a cada prueba como para obtener los CI. Proporciona un CI total, un CI verbal, un CI manipulativo. Y un perfil de puntuaciones típicas. A nivel cualitativo deben considerarse las respuestas y productos de su ejecución en cada elemento, las observaciones sobre el modo de abordar las tareas y las observaciones sobre la conducta general del niño.

Es importante realizar un análisis cualitativo del estilo de actuación del niño durante la prueba. Por ello es imprescindible registrar su conducta durante la prueba de modo que tal información pueda ser utilizada como base de una hipótesis explicativa del nivel de funcionamiento intelectual del niño.

 

Otras pruebas aplicables bajo el enfoque Binet-Terman-Wechsler

Para menores de dos años (Baby tests):

·        “Escalas para el diagnóstico del desarrollo de Gesell y Amatruda” (Gesell velopmental Diagnosis-1947)

No existen normas métricas para la evaluación del desarrollo, sino criterios evolutivos que se convierten en Edades Clave. Para ello se analizaron segmentos longitudinales de niños con amplias muestras (Gesell y Amatruda, 1940). La Escala de Gesell y Amatruda es una batería de pruebas que miden los efectos del crecimiento en el desarrollo a través de las conductas de los niños; consta de cuatro áreas: conducta motora, conducta adaptativa, lenguaje y conducta personal-social; la aplicación se puede hacer desde un mes hasta los cinco años de edad cronológica.

Los autores de esta prueba son A. Gesell y C. Amatruda (1941). Ha sido revisada en 1977. La exploración del niño mediante estas escalas proporciona información de tipo cualitativo sobre las conductas presentes o ausentes en el niño. En torno a la validez de estas escalas no permiten pronosticar la inteligencia posterior excepto en caso de retraso muy acusado. Asimismo son útiles en cuanto que permiten establecer una observación en un momento dado sobre el nivel de desarrollo de un niño respecto al desarrollo medio a fin de tomar las medidas oportunas. Pero también tiene otras limitaciones: el número de elementos incluidos para evaluar cada área en los distintos niveles de edad no es el mismo en todos ellos y otros aspectos más.

 

·          “Escala para la evaluación del desarrollo psicológico” (Brunet y Lezine)

Permite evaluar el grado de desarrollo del niño, desde el nacimiento a los dos años y medio. En cuatro áreas: motriz o postural, lenguaje, adaptación o comportamiento con los objetos, y relaciones sociales. La aplicación se puede hacer desde el nacimiento hasta los dos años y medio de edad cronológica. Los materiales necesarios para la evaluación también son semejantes: cubos, aros, campanillas, tazas, etc. Las pruebas se distribuyen en 16 niveles de edad. El número de pruebas relativas a cada una de las áreas de funcionamiento exploradas es aproximadamente el mismo en todos los niveles. Esta prueba proporciona dos tipos de información: La edad global de desarrollo y el correspondiente cociente de desarrollo, y un perfil gráfico del nivel de desarrollo alcanzado en cada una de las áreas exploradas.

Sus limitaciones principales están en su grado de elaboración estadística. Si bien permite obtener un perfil de resultados, no ofrece datos que permitan conocer cuándo las discrepancias existentes entre los niveles de desarrollo alcanzados en las distintas áreas exploradas son estadísticamente significativas, lo que posibilitaría una interpretación clínica de las mismas más fiables, al haberse podido descartar que se deban al azar.

 

·          “Escala de Bayley de desarrollo infantil” (Bayley, 1969)

Esta escala fue diseñada y validada por Nancy Bayley de la Universidad de Berckeley en el año 1969 para evaluar niños con edades comprendidas entre el nacimiento y los 30 meses. Posteriormente se revisa en el año 1984 y por último en 1993 donde se extendió su rango de aplicación hasta los 42 meses.

Desde un inicio los reactivos que evalúan esta escala están agrupados en dos escalas (Mental y Motora) y un Registro de la Conducta Infantil. Es importante en el área motora compensar esta evaluación con otras que sean más exactas en la descripción del desarrollo motor grueso del niño porque la escala de Bayley sólo en esta área es muy benévola con las calificaciones que ofrece y los ítems que evalúa combina la motora gruesa, con ítems de la motora fina.

Uno de los aportes de esta escala es que nos proporciona un Índice de Desarrollo Mental (MDI). Los reactivos que incluye miden:

agudeza sensoperceptual, constancia de objetos, memoria, aprendizaje, capacidad para resolver problemas, generalización y clasificación, y lenguaje. También nos proporciona un Índice de Desarrollo Psicomotor (PDI). Los reactivos que incluye miden: control del cuerpo, coordinación de los músculos grandes, habilidades manipulativas de manos y dedos, destreza y coordinación psicomotora. Los diferentes reactivos que mide esta escala van de lo simple a lo más complejo, teniendo en cuenta la evolución y el desarrollo de los niños comprendidos en estas edades, otro aporte importante de esta escala es precisamente el índice de desarrollo que ubica al niño, sin tener en cuenta su edad cronológica, en una edad madurativa siendo esto muy importante para comenzar una estimulación adecuada. Esta escala también tiene una evaluación del comportamiento del niño. Los reactivos que incluye evalúan: Orientación social y objetiva hacia el ambiente, actitudes, intereses, emociones, actividad, relación con la madre o tutor y frente a los estímulos y, relación que establece con los materiales de la prueba. El tiempo de administración cuando la prueba es aplicada a un menor de 15 meses: 15 a 35 minutos y cuando el niño es mayor de 15 meses el tiempo que se demora la aplicación es de 60 minutos aproximadamente.

 

Pruebas entre dos y dieciocho años

·          “Test Stanford-Binet. Revisión de Terman-Merrill” (1960)

De las sucesivas revisiones y ampliaciones a que se ha visto sometido el test que Binet creó en 1905, la versión que actualmente se emplea en España es la de 1960. Esta versión se realizó utilizando las pruebas más disminicrativas de las formas paralelas L y M de la versión de 1937 y recolocando aquellas cuya dificultad había cambiado de modo significativo.

Esta escala consta de 142 pruebas distribuidas en 20 niveles de edad. La naturaleza de las tareas utilizadas varía según los niveles de edad explorados, pudiendo clasificarse en: lenguaje, memoria, razonamiento, razonamiento numérico, pensamiento conceptual, coordinación visomotora e inteligencia social.

Esta escala es aplicable desde los 2 a los 18 años. Cuando se aplica a sujetos mayores de dicha edad, la media de la inteligencia deja de tener un carácter evolutivo y se convierte en un indicador de la brillantez o eficacia intelectual del sujeto.

 

·          “Escalas de McCarthy de aptitudes y psicomotricidad(McCarthy, 1972)

Estas escalas fueron diseñadas para satisfacer la necesidad de un instrumento unitario que facilitara la evaluación del nivel intelectual general de los niños así como de su nivel en las variables aptitudinales más importantes desde el punto de vista clínico y escolar. Asimismo son aplicables desde los 2 años y medio a los 8 y medio. La prueba consta de 18 tests agrupados en las seis escalas siguientes: Verbal, perceptivo-manipulativa, numérica, general cognitiva, memoria, y motricidad. Las edades de los sujetos de la muestra de tipificación son 3-3,6 años, 5-5,6 años y 7,6-8,6 años. Los análisis dieron tres factores: cognitivo, motórico y de memoria y pusieron de manifiesto tres aptitudes: verbal, perceptivo-manipulativa y numérica. Los resultados obtenidos encada una de las 6 escalas se expresan en puntuaciones típicas transformadas, denominadas "índices".

Hay que destacar el cuidado con que se han realizado los trabajos de tipificación y la información estadística adicional recogida en torno a ésta. La tipificación se ha realizado sobre 1.032 sujetos americanos. Se prestó especial cuidado al control de las variables que definían la muestra utilizada: edad, sexo, raza, procedencia geográfica y ocupación del padre.

Fiabilidad: Se han calculado para cada escala y nivel de edad por separado los coeficientes de consistencia interna. Los valores encontrados oscilan entre 0,90 y 0,96 en GCI, y entre 0,60 y 0,92 en el reto de las escalas.

Validez: El mayor poder predictivo a corto plazo en estas edades corresponde a las escalas perceptivo-manipulativa y numérica, y el menor, a las escalas verbal y de motricidad.

 

·          “Escala de Alexander” (Alexander, 1935)

Destinada a evaluar la inteligencia a través de tareas manipulativas, que influyen no sólo en la inteligencia general, sino también en un factor específico denominado "inteligencia práctica".

Se aplica a sujetos entre 11 y 16 años, aunque puede aplicarse desde los 7 años y a adultos. Muy útil para determinar el nivel de desarrollo intelectual de sujetos sordos y de personas con problemas de idioma.

Comprende las siguientes pruebas: passalong, cubos de Khos, y construcción con cubos.

La puntuación directa correspondiente al total de las tres pruebas se interpreta mediante baremos que proporcionan la edad mental (EM) y el cociente de inteligencia práctica (CIP) del sujeto.

Fiabilidad: 0,80.

 

·          “Escala de Madurez Mental de Columbia” (Burgemeister, Blum y Lorge, 1972)

Permite la realización de estimaciones fiables sobre la inteligencia de niños afectados de parálisis cerebral u otros deterioros en el área de las funciones motoras y verbales. Es una prueba que permite evaluar la capacidad de razonamiento aplicada a la clasificación de dibujos y figuras. Cada elemento contiene una serie de dibujos, uno de los cuales no se relaciona con los demás, no pertenece a la misma categoría que ellos. Es aplicable desde los 3 años y 6 meses hasta los 9 años y 11 meses y consta de 92 elementos distribuidos en serie que forman 8 escalas o niveles superpuestos.