EL OBJETO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL COMUNITARIA DESDE EL HORIZONTE DE AMÉRICA LATINA.

 

Rodolfo Kusch, desde una mirada antropológica, diferencia el modo de conocer latinoamericano del de la ciencia positiva occidental que considera la realidad por fuera de la subjetividad y la acción como un proceso posterior al conocimiento (Kusch, 2000; p. 277). En la cultura popular latinoamericana se conoce con el corazón, aparece una estrecha relación entre el saber y los ritos populares, el saber es compromiso del sujeto de hacer crecer algo. La ciencia es parte de una cultura, una historia, y forma parte del modo de estar en el mundo del hombre.

 

Mientras escribo estas líneas veo por mi ventana un árbol. Éste pertenece a la dura realidad. ¿Si yo me muero, el árbol quedará ahí? No cabe ninguna duda. ¿Pero no podría pasarle al árbol lo que a nosotros cuando muere un familiar querido? ¿En este caso qué lamentamos más: la ausencia definitiva del familiar o más bien la hermosa opinión que él tenía de nosotros. ¿Le pasará lo mismo al árbol? Yo siempre lo he visto hermoso, y mi vecino quien es muy práctico, ya no lo verá así. Cuando yo muera morirá mi opinión sobre el árbol...” (Kusch, 2000, T1 p. 246.)

 

Paulo Freire, a partir de su Pedagogía del Oprimido, resalta el carácter del conocimiento; “existir humanamente es pronunciar el mundo, es transformarlo; el mundo pronunciado, a su vez, retorna problematizado a los sujetos pronunciantes, exigiendo de ellos un nuevo pronunciamiento...la palabra verdadera es trabajo, es praxis...nadie puede decir la palabra verdadera sólo...el diálogo es este encuentro de los hombres mediatizados por el mundo...” (Freire, 1970, p.104). Freire describe a lo largo de sus obras la “permanente tensión entre la conciencia y el mundo” (Freire, 1993, p.96).

 

¿No es ésta una mirada constructivista? ¿Qué fractura se produjo en la construcción histórica de los sistemas de conocimiento en la psicología que nos llevó a alejarnos de nuestros orígenes e incorporar una mirada ajena? La historia de la ciencia sólo puede entenderse desde la historia de los pueblos.  “Hacer historia significa poner en juego la verdad del presente” (Kusch, 2000, T1 p.71)

 

Las construcciones científicas, en tantos sistemas complejos, están sujetas a tensiones que marcan los momentos de cambio y equilibración paradigmática. Las tradiciones conceptuales generan una inercia que las lleva a su reproducción, impactan en la delimitación de las definiciones, en la demarcación de las áreas problemáticas y están relacionadas con el momento histórico en que se generan y expanden. No es sencillo describir las condiciones que dan origen a los cambios paradigmáticos.

 

En Argentina, en momentos de democracia restringida, los desarrollos conceptuales de la Psicología trabajan con el concepto de “déficit” (enfermedad, criminalidad, discapacidad) y en los períodos democráticos estos desarrollos apuestan a los “aspectos prospectivos posibilitadores de un sujeto participante” (Rossi, 1999, p. 4).

 

Son de resaltar los aportes de Bleger, Pichon Rivière. Ulloa que en la década del 60, hablaban ya de intervenciones comunitarias en estructuras complejas (Chinkes, Lapalma, 1991, p.32). Los golpes de estado del 66 y del 76 desmantelaron los avances que se habían logrado en el campo de la Psicología Social.

 

Sergio Visacovsky, en su libro El Lanús analiza con agudeza los efectos que la última dictadura tuvo en la construcción histórica del psicoanálisis en la Argentina a partir de una investigación sobre los distintos momentos del Hospital Aráoz Alfaro u Hospital Interzonal de Agudos Evita, mostrando como se tuvieron que abandonar modalidades de trabajo colectivas, de fuerte compromiso social. Se logró transferir “importantes cuotas de decisión en manos de los pacientes, sus familias y del personal no médico”. Por otro lado, “la concepción interdisciplinaria de la atención, permitía la participación de sociólogos, antropólogos, psicólogos y asistentes sociales...” (Visacovsky, 2002, p.207). Muestra además las consecuencias arrasadoras del terror, la represión y la exclusión en las dinámicas institucionales de producción de conocimiento y salud.

 

¿Estamos en un momento de cambio paradigmático en la Psicología Latinoamericana? ¿Puede ser la Psicología Social Comunitaria una de las formas de expresión de esta evolución paradigmática?

 

Varios autores definen a esta nueva rama de la Psicología como en estado “pre-paradigmático” y describen algunas características del paradigma emergente, que afirman se ha venido construyendo desde las últimas décadas del siglo XX en América Latina. (Ver Ferullo, 2000; Montero, 1994, Wiesenfeld, 1994; Chinkens- Lapalma, 1991; Serrano García y Vargas Molina, s/fecha; Saforcada, 1992).